Según informa el último número de la revista Saber Cómo, una Sala Limpia es un laboratorio de procesos, un ambiente donde se controla el máximo de parámetros ambientales, como por ejemplo la humedad del aire, la temperatura y la cantidad de partículas presentes. El propósito es proteger de la contaminación al producto y al proceso que se desarrollan dentro de dicho ámbito. La contaminación de partículas es el aspecto de mayor relevancia a considerar en el caso de un laboratorio destinado a la microelectrónica.
Dentro de los procesos tecnológicos que la industria argentina apunta a desarrollar en la actualidad y que requieren el empleo de una Sala Limpia figuran el diseño y la formulación de sensores/MEMS (Micro-Electro-Mechanical Systems), el encapsulado de componentes, la verificación, el análisis y la trazabilidad de microchips, tags y transporders RFID (Dispositivos de Identificación Electrónica por Radiofrecuencia) destinados a la identificación electrónica de ganado y otros ítems, la microfabricación en silicio y la simulación computacional.