Fruchtnicht es analista miembro de la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). El artículo que reproduce Télam -leído en noviembre pasado en las sesiones del ENAPOL- está autorizado por su autora. El libro de Kusama fue publicado por la casa Mansalva.
"¿Cómo hablan los cuerpos más allá del síntoma histérico? Exigencia de contemporaneidad y esfuerzo de invención para no poner mieles nuevas en viejos odres.
"Cuando Lacan se pregunta dónde están las histéricas de antaño desliza que el psicoanálisis ocupó su lugar y en El Sinthome afirma que el psicoanalista es sinthome, única concepción posible para pensarlo en tanto el inconsciente conlleva una referencia al cuerpo. El sinthome tiene propiedades. Puntúo algunas: 1) Restablece el nudo borromeo allí donde el nudo está mal anudado, donde hay un falso nudo. 2) No cifra -por eso no se lo puede descifrar- pero empuja al cifrado del inconsciente. 3) Es real -sin ley. 4) Cuando se anuda al inconsciente lo que sostiene el nudo es el cuerpo.
"Pensar cómo hablan los cuerpos más allá del síntoma histérico requiere no quedar atrapados en la partición abonados y desabonados del inconsciente, sistema binario que nos conduciría a pensarlo sólo en las psicosis.
"Para poder pensar -dice Lacan- hay que pensar en contra del significante, y saca un conejo de la galera: la histeria rígida en la Dora de (Hélene) Cixous: rígida porque es un nudo de tres que se sostiene sólo. Saca el conejo no por llamar a esto cadena rígida sino por llamar a esto histeria. Porque la Dora de Cixous es con síntoma pero fuera del horizonte del amor al padre. Se trata de la materialidad del síntoma, que remite siempre al trauma, siempre sexual. Tanto en los abonados como en los desabonados del inconsciente.
Fuente: Télam