La investigación se inició por una denuncia de secuestro extorsivo, pero días después los investigadores de la DDI de Mercedes llegarían a la conclusión de que la autora del siniestro plan era la propia "víctima".
Todo ocurrió el pasado 26 de diciembre de 2009 y tomó intervención personal del Grupo Antisecuestro de la Policía de la provincia de Buenos Aires.
El hombre recibió ese día un llamado telefónico en el que le indicaron que su esposa estaba secuestrada y que debía esperar instrucciones para pagar el rescate.
Los "secuestradores" le exigieron que no avisara a la Policía porque pondría en riesgo la vida de la mujer, pero luego
comenzaron los llamados extorsivos y las amenazas para que pague, paso contrario dañarían físicamente a la mujer.
Pese a las amenazas, el hombre realizó la denuncia policial, permitiendo la actuación de la DDI de Mercedes bajó la intervención judicial de la fiscalía Federal a cargo de Diego Luciani.
Si bien se había acordado el pago de un rescate y la zona en la que se iba a hacer el mismo, finalmente no ocurrió y mediante un llamado anónimo, se indicó que la mujer había sido liberada en la intersección de la Ruta 5 la rotonda de acceso a la localidad de Jáuregui.
Pese a la versión que dio la mujer sobre cómo se sucedieron los hechos y de que había estado atada en una casilla de madera, los investigadores no creyeron en lo que relató, por lo que ordenaron continuar profundizando el caso.
La Policía logró determinar quiénes habían sido los "secuestradores" y pudo detenerlos en la localidad de Luján, y
comprobaron que todos tenían antecedentes penales.
Se descubrió además que la mujer los había contratado por separado, otorgándoles a cada uno una tarea, y todo porque su
esposo había comenzado una nueva relación amorosa.
Lo que también quedó determinado es que el lugar del pago, una zona descampada y de difícil acceso, podría haber desembocado en un fatal desenlace para el marido de la "víctima", y que la misma incluso se había infringido lesiones, para hacer de cuenta que estuvo atada y en cautiverio.
Fuente: El Independiente
