A las dos de la tarde, la temperatura había llegado a su pico máximo con 36 grados, aunque la sensación térmica era de 38 grados. Diez minutos después, ráfagas de viento tornaron el ambiente casi irrespirable por la cantidad de tierra levantada. Pero a las 14.15, el viento alcanzó su máxima velocidad de 75 kilómetros por hora y durante los 30 segundos que duró la ráfaga intensa una docena de añejos árboles no pudieron resistir y cayeron estrepitosamente al suelo.
Uno de los especímenes de gran volumen se desplomó sobre un automóvil estacionado en calle Mendoza, entre avenida Roca y Buenos Aires.
Afortunadamente, el vehículo estaba estacionado y sin ocupantes. En su caída, el árbol destrozó gran parte de la carrocería.
En este caso, cuadrillas municipales, dirigidos por personal de la Dirección de Defensa Civil, tuvieron que trabajar varias horas para liberar al auto del grueso follaje.
En su recorrido, el intenso viento arrasó con un árbol en el barrio Independencia, desplomándose sobre una vivienda.
Este hecho ocurrió a la altura del 1.100 de la calle 501 y, también afortunadamente, no provocó heridos a los habitantes de la vivienda –un matrimonio y dos hijos pequeños-, ni tampoco a los ocupantes de una casa vecina que también resultó afectada.
Por otra parte, desde la municipalidad se informó que en diversos sectores de la ciudad hubo reporte de por lo menos una docena de árboles caídos y numerosas ramas gruesas desprendidas por la acción del viento.
También Defensa Civil recibió pedidos de auxilio desde el barrio Bosco III, en donde se registraron voladuras de techos de algunas viviendas.
En cuanto a la situación en el microcentro, se pudo observar que el fenómeno había provocado la caída de un par de carteles publicitarios, así como la voladura de sillas y mesas de bares instalados en las cercanías de la plaza Libertad.
Además, la cantidad de tierra arremolinada causó algunos inconvenientes en el tránsito vehicular, porque se había reducido la visibilidad.
También los ocasionales transeúntes que fueron sorprendidos en las calles, se vieron afectados por las gruesas nubes de polvo y por la velocidad del viento.
Como consecuencia del fuerte viento, a partir de las dos de la tarde la temperatura comenzó a descender gradualmente hasta ubicarse en 25,2 grados a las cuatro de la tarde, o sea que en dos horas bajó 11 grados.
Al atardecer, comenzó a soplar una suave brisa que hizo que el termómetro se ubicara en 18,2 grados a las diez de la noche, manteniéndose en esa marca hasta pasada la medianoche.
Fuente: elliberal.com.ar
