El loable gesto ocurrió cuando el cabo primero Marcelo Acosta, de 35 años, perito de incendios del Cuerpo de Bomberos de la Policía de la provincia de Buenos Aires, que realizaba la pericia correspondiente en el lugar del siniestro, halló una caja metálica entre los escombros del edificio sito en calle 33 Número 1.160. (Télam)