El hecho ocurrió en pasaje Sánchez Loria al 1.900, en Villa Amalia. Durante la mañana de ayer, el barrio estaba conmocionado. La Policía había cercado la cuadra. La escena era analizada por los investigadores, y los policías entraban y salían de casa de paredes blancas y numerada como 1972, donde vivía la víctima.
Díaz llegaba a su casa junto a Leandro Brahim. Los hombres eran los choferes de un auto de alquiler. La víctima había terminado su turno y su compañero lo estaba dejando en su casa antes de comenzar a trabajar.
Se cree que en el momento en el que Díaz descendió del auto, tres adolescentes de entre 15 y 18 años que caminaban por la zona se acercaron. "Lo quisieron asaltar. El se puso a pelear con uno de los ladrones. Entonces, el compañero, que ya se estaba yendo, vio lo que pasaba por el espejo retrovisor. Volvió con el auto y atropelló a uno de los ladrones, que se escapó. Pero parece que también pisó a mi viejo", relató Franco. El joven dijo que, cuando él salió a la calle, vio a su padre en el suelo y a su compañero pidiendo ayuda por la radio. "Todavía estaba vivo. Tenía un corte en la cabeza, pero ningún disparo. Yo me desperté con los gritos, pero no escuché ningún disparo", agregó.
Díaz era un suboficial retirado del Ejército que había servido como casco azul de las Naciones Unidas en Bosnia. En la casa del pasaje Sánchez Loria al 1900 vivía con su esposa y con tres de sus cinco hijos. Los otros dos vivían con sus familias en el sur del país y ayer, al enterarse de la noticia, emprendieron el viaje a Tucumán. "Se había retirado del Ejército y había empezado a trabajar con el taxi. Ya lo habían intentado asaltar otras dos veces. Pero él se sabía defender. A veces, nosotros le decíamos que busque otro trabajo, porque este es peligroso", relató Franco.
El pasaje es paralelo a la calle Moreno hacia el este y está entre Américo Vespucio e Inca Garcilazo. "Los ladrones, que son menores en su mayoría, se escapan por la vía y no los agarra nadie", relató, consternada, una vecina.
En protesta, los taxistas cortaron calles y accesos
La noticia comenzó a correr a través de las radios de los autos. "Mataron a un compañero en Villa Amalia", se alertaban entre sí los conductores de taxis. Pocos minutos después de que se supo que René Francisco Díaz había muerto tras un intento de asalto, varios choferes se dirigieron al lugar del hecho. Pero, a medida que la mañana pasaba, la indignación crecía. Por eso, estacionaron los autos en varias intersecciones de calles en distintos puntos de la ciudad y generaron un caos en el tránsito. Lo hicieron para reclamar más seguridad.
En un primer momento, los conductores se dirigieron a la seccional Nº 9 de la Policía (Democracia y Chacabuco), en cuya zona de influencia se produjo el hecho. Los taxistas la cercaron y produjeron forcejeos con los uniformados. Esto enardeció más los ánimos. Los choferes decidieron dispersarse, pero con la decisión de cortar calles importantes.
Hasta cerca de las 13 estacionaron sus autos en las intersecciones de Roca con Buenos Aires, Chacabuco, Ayacucho y Jujuy; en las cuatro esquinas de la plaza Independencia; en 24 de Septiembre y Muñecas; en Sarmiento y Salta; en distintos accesos al parque 9 de Julio; en las entradas a la Terminal de Omnibus, y en Junín y Santa Fe. Esta medida incrementó aún más el caos del tránsito en el centro.
Fuente/ lagaceta.com.ar
