Era predecible, el ardid lo urdieron a la perfección. Cuando hace unos días el secretario de gobierno Pablo Maggini, salió a decir que los vendedores ambulantes rompieron el acuerdo, saliendo a las calles con la mercadería, compitiendo deslealmente con el resto de los comercios que pagan sus impuestos, molestando a los vecinos, etc, etc, etc, desde este otro lado, se intuía que era la única salida para el gobierno, el 31 de Enero se acercaba, fecha en que debía tomar forma el acuerdo. Por lo menos así lo establecía el firmado por la gestión anterior con los vendedores ambulantes: Proporcionarles locales en la ex Estación Ferroviaria para su instalación comercial, hasta esa fecha ellos permanecerían en un local céntrico alquilado temporalmente por el Estado provincial.
En aquel momento fue la alternativa para acallar una situación generalizada que se presenta en todo el país, la desocupación que encuentra desahogo en caminos alternativos, uno de ellos la venta callejera.
Pero hasta esa instancia, el gobierno no imagino que la realidad podría sobrepasarlos.
Pasados algunos meses, aparecieron más novatos en las calles, y cómo el gato corre al ratón, y éste logra escapar de sus garras, para luego retornar, en busca de alimento; así los ambulantes se abalanzaron nuevamente sobre las calles céntricas, luego que la Policía lograba expulsarlos, por algunas horas, pero con la diferencia de que la cifra iba en aumento. Ante esta situación, y entrado el período de las festividades, los ambulantes de AVACA habían decidido salir del local y coexistir por esos días con sus otros pares, lo que definieron como "momentáneo", para igualar las condiciones comerciales.
Pero,“la vida te da sorpresas”, y este desliz, fue aprovechado, por las autoridades municipales que habían asumido recientemente, bajo el lema de la“ética”, de la palabra ethos, que significa Deber. Sí, Maggini dijo que“habían roto el acuerdo”y que no podía haber confianza en quiénes no cumplen con la palabra.
Los ambulantes un tanto desconcertados, salieron presurosos a explicar el porqué de esta salida momentánea, e insistir sobre su predisposición al diálogo que nunca se pudo concretar, ya que el porvenir laboral era una incógnita, sin mediar un posible resultado sobre el compromiso antes firmado. En esa oportunidad los vendedores, vaticinaron, como una sospecha, la argucia que se que se definiría hoy.
{adr}Esta mañana, los trabajadores de AVACA se encontraron con que autoridades de la Municipalidad junto a la Policía de la Provincia, acudieron al local no precisamente para dialogar como esperaron desde el 10 de Diciembre, sino para cambiar la cerradura de la entrada del local, aplazando a la asociación de vendedores ambulantes, a desalojar cuanto antes el local. Seguramente algo se sacó de encima el gobierno, pero no es el peso de quienes pugnan por conquistar nuevamente sus derechos, en una sociedad que dista mucho de sostenerse sobre los pilares de la ética y la transparencia.