Se trata de una terapia antiquísima que combina el uso de aceites esenciales con el fin de promover el bienestar del cuerpo, la mente y las emociones, restituyendo el equilibrio y la armonía interior del individuo.
Los efectos terapéuticos de los componentes orgánicos se logran mediante la inhalación o aplicación directa de aceites esenciales. Está más que comprobado que el ambiente laboral afecta e influye en el desempeño de los empleados y que las relaciones laborales son generadoras de variaciones anímicas, que a su vez se retroalimentan.