De acuerdo a lo que explicó, la universidad dejó de realizar descuentos en los haberes de sus docentes para aportes a la Caja Previsional cuando en 1998, a pedido del gremio, el Consejo Superior resolvió rescindir el convenio que tenía con la entidad desde 1983. Pero la Caja impugnó judicialmente esta resolución por considerar que el contrato no podía rescindirse unilateralmente y, el año pasado, la justicia le dio la razón. Durante todo el período en que se desarrolló este juicio hasta que la sentencia quedó firme, entonces, la UNCA no hizo los descuentos y, consecuentemente, no los depositó.