El frío y la lluvia de los últimos días no desalentaron a los miles de fieles, que pacientemente acamparon a lo largo de diez cuadras en los alrededores del templo ubicado en el barrio porteño de Liniers, este año bajo la consigna "No nos desanimemos, de la mano de San Cayetano encontramos el camino para volver a empezar". (Télam)