Buenos Aires, 29 de julio (Télam).- Pese a que en su testamento el general Manuel Belgrano no reconoció descendencia, tras su muerte se conocieron dos vástagos de su sangre: Pedro Pablo, hijo de María Josefa Ezcurra, y Manuela Mónica, fruto de la relación del procer con María Dolores Helguero, sobre la que escribe Isaías García Enciso en su último libro.
En "Manuela Belgrano, la hija del general", recién publicado por Sudamericana, García Enciso cuenta que al día siguiente del Congreso de Tucumán de 1816, se festejó la Independencia con un baile en la guarnición militar. Allí el creador de la bandera se enamoró de Helguero. (Télam)