Paraná, 24 de mayo (Télam, por José María Ramos).- Así como San Juan tiene entre sus motivos de veneración popular a la difunta Correa y Corrientes al Gauchito Gil, en Entre Ríos despierta encendidas devociones Lázaro Blanco, el mítico chasqui de los pagos felicianeros, fulminado por un rayo, junto con su caballo, a fines del siglo XIX, en la espesura de los montes del norte de la provincia.
Se podrá sospechar que este tipo de veneración deriva de la superstición o del desconsuelo ante el desamparo, pero sin duda, así como hay santos reconocidos por las religiones tradicionales, otros nacieron y se sostienen por la devoción popular, a la que no le interesa más que los milagros que en cada caso se les atribuyen. (Télam).-