Anoche un fiscal, junto con su familia, sufrió un violento asalto a manos de tres delincuentes encapuchados, que en primer lugar tomaron de rehenes a su hijo y a la novia cuando regresaban a la casa del funcionario, situada en el distrito bonaerense de San Fernando.
Las víctimas fueron golpeadas y hasta amenazada con que los delincuentes se iban a llevar a uno de los jóvenes. "En varios momentos mencionaron la posibilidad de llevarse a uno de los chicos: ¿Cuánto valdrá este pibe? ¿Cuánto podremos sacar? ", decían.
Ayer, en una escuela de Florencio Varela dos menores ingresaron armados en busca de otro chico de 15 años al que pretendían matar a raíz de una disputa barrial. Los vecinos de la zona y padres del colegio denunciaron que los patrullajes son insuficientes y que la zona “es tierra de nadie”.
A principio de semana, otros dos casos sorprendieron por una característica común: los delincuentes estaba vestidos como policías. En Quilmes, tres delincuentes armados y disfrazados con ropas similares a las de los efectivos de la bonaerense rompieron la puerta de una vivienda y, en tan sólo tres minutos, golpearon al dueño de casa, se llevaron ahorros y el auto familiar y escaparon, informaron fuentes policiales. En La Plata, delincuentes se hicieron con un auto de alta gama usando uniformes falsos.
Por su parte, los secuestros en la modalidad “virtual” y los robos de los “rompepuertas” ya se volvieron moneda corriente.
Los diferentes enfoques sobre la problemática y las críticas a la Justicia ya dividen al oficialismo y a la oposición. La ciudadanía demanda penas más duras para combatir el delito, sin embargo, hay quienes creen que este tipo de medidas no generarán los resultados esperados.
Fuente: diario26.com.ar