Un informe dio a conocer que presionaba a los arrestados con acciones sobre sus familias y la noticia generó el malestar. No se descartarían acciones judiciales futuras al respecto.
Este lunes, el gobierno reveló nuevas partes de un informe realizado por el inspector general de los servicios secretos en 2004, John Helgerson. El mismo hacía referencia sobre presuntos abusos cometidos en interrogatorios realizados a jefes terroristas en el extranjero, como el uso de un taladro eléctrico o una pistola para amedrentar a los interrogados, obligarlos a adoptar “posiciones de estrés”, ejecuciones simuladas o amenazas de muerte a sus familiares.
A principio de este año se habían denunciado las técnicas del waterboarding (ahogamiento simulado). Como ejemplo, se cita las amenazas propinadas a Jalid Sheij Mohammed, el presunto cerebro de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York: se le dijo que “matarían” a sus hijos si volvía a pasar algo en Estados Unidos. Palabras del informe.
El mismo, afirma que las guías dadas a los agentes que participaron en el “Programa del Centro de Contraterrorismo” (CTC), para interrogar a presuntos terroristas en el extranjero, eran “inadecuadas al principio”, pero “mejoraron considerablemente” con el tiempo. A pesar de ello, se habla de “un espacio considerable para la malinterpretación” de quienes debían interrogar a los presuntos terroristas.
Dichos interrogatorios permitieron la “identificación y detención de otros terroristas” y “alertó de conspiraciones terroristas contra Estados Unidos y en todo el mundo”. Sin embargo, por estas formas utilizadas, la CIA “afronta desafíos políticos y legales potencialmente graves y de larga duración”, especialmente por el uso de las técnicas duras de interrogatorio.
Leon Panetta, actual director de la CIA, se manifestó opositor a la reapertura de las investigaciones de una “historia vieja”, en una carta revelada por el diario online Politico.
“Como director (de la CIA) en 2009, mi principal interés, cuando se trata de un programa que ya no existe, es estar del lado de aquellos agentes que hicieron lo que les pidió su país y que siguieron los lineamientos legales que les dieron”, sentenció Panetta, quien recordó que “ésa es también la postura del presidente” Obama.
Además de las nuevas revelaciones sobre sus controvertidas prácticas, la CIA vio cómo la Casa Blanca confirmaba la formación del Grupo de Interrogatorio de Detenidos de Alto Valor (HIG, por sus siglas en inglés), que tendrá su base en el FBI y no en la propia Agencia y que además estará estrechamente controlado por el gobierno. El objetivo principal del HIG será “recopilar inteligencia para prevenir ataques terroristas y proteger la seguridad nacional”, según un comunicado oficial.
Deberá desarrollar una lista de “buenas prácticas” y promoverlas entre las agencias que realizan interrogatorios, además de desarrollar un “programa de investigación científica de interrogatorios” para comparar la “efectividad” de las diferentes técnicas de interrogación con el objetivo de “identificar las técnicas actuales más efectivas y desarrollar nuevas técnicas legales para mejorar los interrogatorios de inteligencia”.
Fuente/ 26noticias.com.ar
