Y él se ha tomado tan a pecho esto que no duda en afirmar que lo que lo mantiene vivo varios años después de que le diagnosticaran "6 meses de vida", es la "obsesión" en la que se ha convertido su pelea contra los agrotóxicos y "en defensa de la vida".
Tomasi recibió a Télam en la pequeña casita prefabricada de Basavilbaso, la ciudad entrerriana ubicada en el centro este de la provincia, a 200 kilómetros de Paraná y a 300 de la Ciudad de Buenos Aires.
En esa colorida vivienda rodeada de plantas y macetas, vive con su hija de 20 años -que "se vino a vivir conmigo a los 6 años, cuando me separé"- y su madre de 80.
Fuente: Télam