La trama se enmarca en un parpadeo de la historia en la Nicaragua de 1979, instante en que adquiere espesor el contorno de mucha gente postergada y se diluyen en la sombra las siluetas de los poderosos. Un momento que Ramírez reconstruye desde versiones distintas y diversas perspectivas de los protagonistas y testigos.
Su registro multitudinario destaca en una trama que se ramifica sin perder el centro. Todo envuelto en una oralidad expansiva que abreva en el fraseo de la conversación y en una respiración coral que serpentea de un personaje a otro en una especie de monólogo de muchas voces. (Télam)