El primero de los estudios recoge datos recopilados en Europa, Asia y América del Norte que demuestran que los picos más graves de precipitaciones de una duración de más de 24 horas aumentaron en la segunda mitad del siglo pasado. "Cuando se comparan la cantidad de episodios de este tipo en un año con las simulaciones de los modelos climáticos, la influencia humana es evidente", señaló Francis Zwiers, co-autor del informe.
"El cambio observado no puede explicarse por fluctuaciones naturales, internas del sistema climático. Cuando el clima se calienta, hay más agua en el aire, lo que aumenta la capacidad de la atmósfera para retener la humedad", expuso. Eso significa que cuando llueve lo hace con más intensidad, aunque no necesariamente en las regiones menos lluviosas, algunas de las cuales, por el contrario, están amenazadas con episodios de sequía más intensos. (AFP-NA)