Céspedes, un empleado bancario, casado, con dos hijos, quedó sordo cuando era niño a raíz de una mala praxis, y dijo a Télam que ahora su sueño es "volver a Argentina como tricampeón mundial", retirarse y "dejarle el camino a mis alumnos" de la escuela de judo donde enseña.
Su padre, su esposa e hijos practican y enseñan judo, y según el primero, Marciano Céspedes, "la enfermedad para él no es escollo para nada". (Télam)