El nombre de Barthes despierta hoy recelos y adhesiones inquebrantables: la pasión con la que siempre acometió el trabajode escribir se refleja en la recepción de sus lectores.
Su enorme influencia intelectual se esfumó tras morir atropellado por una camioneta en las calles de París, pero durante veinticinco años estuvo entre los ensayistas europeos más leídos. (Télam)