Además, el edil consideró “importante” preservar los monumentos y edificios históricos que se vieron afectados en el sismo del 2004, además de los deterioros propios que sufren por el paso del tiempo y son producidos por las vibraciones del tránsito.
“El mapa acústico representa una herramienta básica que permite elaborar un conjunto de iniciativas, basadas en el conocimiento de la realidad acústica concreta. Permite determinar las medidas correctoras a aplicar, adaptar la ordenanza sobre ruidos molestos al nuevo marco legal, prevenir la contaminación acústica, reducir los niveles sonoros y preservar zonas no contaminadas”, argumentó Martel; al tiempo que recordó la existencia de una Ordenanza similar sancionada ya en el año 1979.
Dicho mapa de ruidos deberá realzarse cada cinco años, según se expresa en el artículo 4to. de la normativa.
Es importante agregar que la Comisión de Legislación General del CD invitó oportunamente a la dirección ejecutiva del Plan Urbano Ambiental y equipo técnico especializado en ambiente, quienes manifestaron que la confección de mencionado mapa sería de gran importancia para la obtención de una base de datos y para la toma de decisiones al respecto.