Eran las 11 de la mañana y, trapo y limpiavidrios en mano, estaba sacándole brillo a la entrada de la sucursal de un banco en Banda del Río Salí. Esa es su tarea habitual, porque trabaja en una empresa que ofrece servicios de mantenimiento y limpieza.
El episodio en cuestión se produjo el 19 de julio. Ledda estaba en el aeropuerto porque después de las seis de la tarde trabaja allí limpiando aviones. Finalizada la tarea, cuando ya estaba saliendo, vio que de un carro colgaba un bolso. Un bolso que alguien había olvidado.
"Sin pensarlo lo llevé hasta la policía y lo abrimos para ver qué tenía y si encontrábamos el nombre del dueño", recordó José Luis. La sorpresa fue que cuando lo abrieron había 1.500 dólares, dinero en efectivo, documentos personales y hasta un celular.
"Cuando me llamaron era cerca de la una de la mañana. Me dijeron que fuera urgente al aeropuerto. Yo hasta ese momento no me había dado cuenta de que no tenía el bolso", comentó Silvia Levy, dueña de la agencia de turismo Levy’s Tours.
Esa noche, a las 19, había aterrizado un vuelo proveniente de Buenos Aires que traía un contingente de quinceañeras de su soñado viaje por Miami. "Yo había estado haciendo los trámites para que llegaran algunas valijas de las chicas, que por una cuestión de espacio recién vendrían en el siguiente vuelo. En un carro puse mis valijas y el bolso en el canasto de arriba, pero cuando cargaron el baúl el bolso quedó en el carrito", contó.
Cuando llegaron Silvia y su marido, José Luis seguía en el aeropuerto. "Me quedé esperándolos para asegurarme de que recuperaran sus cosas", explicó.
Su turno ya había terminado, inclusive hacía rato que había perdido el último ómnibus para La Banda. Pero quería estar tranquilo.
"Cuando llegamos, el señor sólo me pedía disculpas por haber tenido que vaciar el bolso. No lo podía creer, la verdad es que fue un gesto excepcional. La Policía aeroportuaria también se portó muy bien", relató Silvia, quien quiso agradecer públicamente la honestidad de José Luis.
"Llamaron desde mi celular, que estaba en el bolso, al de mi marido. Mientras tanto hicieron un acta para registrar lo que había en el interior y llamaron a una chica como testigo", contó.
"El dinero que había es el que llevo por cualquier eventualidad, pero también estaba mi pasaporte y otra documentación", apuntó.
Para destacar
Su día comienza antes de 7 de la mañana y puede terminar después de las 10 de la noche. "Cuando le conté a mi mujer qué había pasado me dijo ’seguro que Dios te va a premiar de otra manera’", recordó. José Luis explicó que en ningún momento pensó en quedarse con el bolso, porque sus padres siempre le dijeron que a lo ajeno hay que devolverlo.
"Lo importante es tener la mente tranquila", señaló. Entre sus compañeros, no faltaron las típicas frases: "qué bol...", pero José Luis reconoció que luego la mayoría lo felicitó y le dijo que lo que había hecho estaba bien.
Vive en Banda del Río Salí y tiene tres hijos, dos nenas y un varón. Según este trabajador lo importante, en definitiva, es el ejemplo. Eso que aprendió de sus padres es lo que quiere trasmitirles a sus hijos.
¿Usted es consciente de que muy pocos tendrían ese gesto?, le preguntamos "Yo lo entregué con toda mi humildad y mi corazón", dijo tímidamente.
Fuente: lagaceta.com.ar
