El músico Carl Bentulan se adelantó así a la orden emitida por la Comisión para la Conservación de la Pesca y la Vida Salvaje de Florida (FWC) para que el famoso piano fuese retirado en un plazo de 24 horas.
Un remolcador cargó el chamuscado piano que fue depositado a principios de enero en ese banco de arena que la marea nunca llega a cubrir.
Bentulan señaló al diario The Miami Herald que su intención es colocar el piano en el salón de su casa, ya que su hijo de 10 años insiste en que el instrumento necesita un hogar.
El misterio del piano de cola quedó resuelto cuando se supo que fue una familia que vive en la zona la que lo depositó en tan vistoso lugar tras una fiesta de Fin de Año.
La familia Harrington había reunido en su casa de Miami Shores a un centenar de personas para celebrar el fin del año 2010 y como parte de la fiesta se prendió fuego a un viejo piano que había en el garaje, el mismo que había servido para la escenografía de una película filmada por estudiantes hace cuatro años.
El 1º de enero la madre de los Harrington, dos hijos y un vecino terminaron la faena cargando el viejo y chamuscado piano en una embarcación con ayuda de una pequeña grúa y llevándolo hasta un banco de arena en medio de la bahía, donde lo prendieron fuego de nuevo.
Fue Nicholas Harrington, de 16 años, el que decidió instalar el piano en el banco de arena en medio de la bahía como parte de un proyecto artístico, según relato él mismo.
La FWC había señalado en un principio que no iba a retirar el piano de cola del lugar en donde se encontraba y que quedaría allí como un nuevo hábitat natural para las gaviotas y otros pájaros. Las autoridades indicaron que sólo retirarían el piano si, en algún momento, se convertía en un peligro para la navegación, pero luego cambiaron de idea.
Fuente: minutouno.com.ar
