Los niños también respondieron un cuestionario para determinar su estado psicológico. Además, se les entregó un aparato que debían llevar durante una semana en la cintura para medir la intensidad de la actividad física realizada.
Los investigadores determinaron que los niños que pasaban dos o más horas al día frente a una pantalla eran más hiperactivos, tenían mayores dificultades en sus relaciones sociales y más
problemas emocionales que aquellos que pasaban menos tiempo frente al dispositivo electrónico, aunque fueran físicamente muy activos.
Estudios demostraron hasta ahora que los niños físicamente activos compensaban los efectos negativos de las horas pasadas frente a una pantalla, y numerosos padres piensan que sus hijos
pueden pasar tiempo viendo la televisión o jugando con las consolas, a condición de que lo compensen haciendo ejercicio, destacó el diario médico.
Fuente: 26noticias.com.ar