Se trata del peor desastre de este tipo en Manila desde 1967, añadió la fuente.
La capital permanece sin energía eléctrica, con vientos en la isla de 100 kilómetros por hora y lluvias, y los aeropuertos cercanos fueron cerrados, se añadió.
La televisión local transmitió imágenes de viviendas arrastradas por las fuertes corrientes de agua de los ríos desbordados, y de personas que se refugiaron en los techos de las casas y pedían ayuda.
La presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, en un mensaje televisivo pidió a la población que done vestimenta, mantas, comida y agua para los cientos de personas que quedaron sin acceso a esos bienes esenciales.
Arroyo exhortó a los televidentes a "permanecer en calma y seguir las instrucciones de las autoridades locales y de los socorristas".
En la Región Metropolitana de Manila y en otras 25 de la isla de Luzon, las autoridades declararon el "estado de calamidad" para facilitar las operaciones de socorro.
Cada año, Filipinas es afectada por al menos una veintena de tifones.
Fuente: Diario de Cuyo
