Cartasegna estimó que el joven "no sabe que lo estamos buscando, ya que cuando conversa con la gente no hace mención a ello" y afirmó que "lleva un tipo de viaje muy bohemio, hace un recorrido muy humilde y tranquilo; no se conecta a internet, ni usa el celular, lo cual quizá le impide saber que lo están buscando".
Solicitó que "si alguien lo ve o si cree que es él, por favor entreténganlo, no le digan que lo estamos buscando ni intenten retenerlo porque puede considerarlo una agresión" y sugirió que "ofrézcanle algo de tomar o de beber mientras llaman al 911, así no se va".
"Lo ideal es que se le acerque primero gente especializada porque hay que revincularlo con la realidad de manera tranquila, por si se encontrara en trauma o en shock", explicó.
Destacó la colaboración de la gente que llama a la fiscalía y a la familia para aportar datos de Silva y opinó que "lo más probable es que no se dé cuenta del escándalo que se armó detrás, de que todo el país lo busca, de que es conocido; por eso pido abordarlo con mucho cuidado".
Recordó que "mucha gente, al verlo, duda y después llama. Y resulta que era Joaquín, pero ya se nos fue. Ante la duda, le pido a la gente que llame".
Silva, de 32 años, vive hace más de 14 años en La Plata, se desempeña como docente en el Centro Cultural Islas Malvinas y al momento de su desaparición iba a pagar el alquiler del departamento que habita junto a dos amigos.
Mide 1,75 metros, tiene el pelo corto, barba, el tatuaje de una orca en la pierna derecha y suele vestir bermudas, zapatillas, chomba o remera.
Cualquiera que haya visto a Joaquín o tenga datos de su paradero, puede contactarse con los teléfonos (0221) 5743685 y (011) 60161988.
Fuente: Télam
