Esta experiencia práctica se complementó con un taller previo, en el que los estudiantes trabajaron con imágenes satelitales comparando geoformas de Marte y la Tierra. "Poder identificar en terreno lo que antes solo habíamos visto en imágenes satelitales fue sumamente enriquecedor", destacaron los participantes.
Un paisaje que parece de otro planeta
Durante la expedición se visitaron sitios emblemáticos como el Campo de Piedra Pómez, las “Dunas Blancas”, el campo de megaóndulas eólicas, el volcán Carachi Pampa y su correspondiente salar y laguna. Todos ellos exhiben rasgos que evocan paisajes extraplanetarios.
No es la primera vez que se destaca la singularidad de esta región. Investigadores del Instituto de Estudios Andinos (IDEAN), dependiente del CONICET y la UBA, ya habían identificado notables similitudes entre la geología de Antofagasta de la Sierra y la superficie marciana.
“La puna catamarqueña posee un paisaje árido, condiciones extremas y formaciones volcánicas muy similares a las del planeta rojo. Estas características hacen de la zona un entorno ideal para investigaciones en astrobiología y geología planetaria”, explicó la Licenciada en Geología Nora Varela, coordinadora del equipo de campo.
Entre las geoformas más destacadas se encuentran los yardangs, estructuras erosionadas por el viento que en el Campo de Piedra Pómez se asemejan a olas petrificadas, y los Transverse Aeolian Ridges (TARs), formaciones producidas por acumulación eólica que también se observan en Marte. “Ambas estructuras refuerzan los paralelismos entre los ambientes áridos terrestres y marcianos”, señaló Varela.
La Puna como plataforma para la exploración espacial
Gracias a sus características únicas, Antofagasta de la Sierra se proyecta como un entorno óptimo para probar tecnologías destinadas a misiones espaciales. “Estamos ante un laboratorio natural excepcional. Estudiar estas geoformas nos permite comprender mejor los procesos geológicos que podrían ocurrir en otros planetas”, añadió la geóloga.
Asimismo, Varela destacó la importancia de estas investigaciones para fomentar el turismo científico y educativo. “Es una oportunidad para posicionar a la región no solo como un centro de estudios planetarios, sino también como un destino turístico con gran valor científico”.
Consultada sobre el vínculo entre la geología y la búsqueda de vida extraterrestre, fue contundente: “Sí, definitivamente. La geología planetaria tiene un rol clave en la búsqueda de vida fuera de la Tierra. Analizar formaciones geológicas y minerales específicos nos ayuda a detectar señales de agua, que es esencial para la vida tal como la conocemos”.
En este sentido, recordó que la astrobiología —disciplina que estudia el origen, evolución y distribución de la vida en el universo— se nutre de este tipo de investigaciones para avanzar en su misión de comprender si estamos solos o no en el cosmos.
Continuidad, vínculos y futuro
El proyecto se enmarca en las Jornadas de Geología Planetaria y Sitios Análogos de la Puna, organizadas a fines del año pasado por el Ministerio de Industria, Comercio y Empleo de Catamarca. Estas jornadas impulsaron vínculos entre la UNCA y el Laboratorio de Geología Planetaria del IDEAN, y abrieron nuevas oportunidades para que estudiantes realicen sus prácticas profesionales y trabajos finales en este campo emergente.
Actualmente, se está elaborando un proyecto de investigación liderado por especialistas de la UNCA con el acompañamiento de investigadores del CONICET y la UBA. La iniciativa busca consolidar a la puna catamarqueña como referencia nacional e internacional en el estudio de sitios análogos a Marte, promoviendo el avance científico y tecnológico, y fortaleciendo la colaboración entre instituciones.
La puna, silenciosa y majestuosa, se revela ahora no solo como una joya del paisaje argentino, sino como una puerta hacia el conocimiento del universo.