El encuentro reunió al ministro y viceministra de Trabajo, Carlos Tomada y Noemí Rial; a referentes gubernamentales, empresariales y sindicales de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Ecuador, El Salvador, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela para fortalecer alianzas estratégicas en la prevención y erradicación del trabajo infantil.
"Frente a los retos económicos y sociales, el diálogo social representa un instrumento para la buena gobernanza y una herramienta que, mediante soluciones negociadas, potencia la cooperación y estimula la estabilidad y el progreso económico, contribuyendo a­ la creación de un contexto propicio para el cumplimiento del objetivo del trabajo decente", afirmó Vargha.
En esa línea, coincidió con Tomada en considerar que la relación del diálogo social y la erradicación del trabajo infantil propicia el consenso y el compromiso de los actores sociales para abordar acciones conjuntas en rechazo de esa problemática.
La funcionaria destacó que en el marco del "Plan Regional Mercosur para la prevención y erradicación del trabajo infantil" el encuentro regional de gobiernos, empresas y sindicatos manifestó una vez más el compromiso firme de los gobiernos y de las organizaciones de empleadores y trabajadores.
También de "un número cada vez mayor de empresas para prevenir y eliminar el trabajo infantil y la promoción del empleo adolescente protegido en la región, en particular en el ámbito del Mercosur.
Vargha se refirió a la "Iniciativa Regional América Latina y el Caribe libre de Trabajo Infantil", firmada por 25 países de la región en el marco de la 18º Reunión Regional Americana de la Organización Internacional del Trabajo, en octubre último en Lima. La iniciativa, que germinó en 2013 en la "Tercera Conferencia Global sobre trabajo infantil" en Brasilia, procura acelerar los esfuerzos de erradicación del trabajo infantil en la región y hacer de América Latina y el Caribe la primera área en desarrollo libre de ese flagelo.
Vargha advirtió sobre la urgencia de abordar la problemática y afirmó que hay 12 millones y medio de razones -el número total de niños y adolescentes todaví­a sujetos a trabajo infantil en la región- que conminan, en un espí­ritu de dialogo social reforzado, a proseguir los esfuerzos y continuar colaborando en favor de su bienestar y el desarrollo social de esta parte del mundo.
Fuente: Télam