Barbieri de Cabur, narró que han llegado a su poder varias notas procedentes de diversas instituciones y entidades de bien público que“dan cuenta de la permanente recepción de llamadas indicando la existencia actual o inminente de siniestros que ponen en riesgo a la comunidad y que a la hora de realizar los procedimientos correspondientes para evitar los perjuicios que puedan ocasionar esos hechos, las fuerzas de seguridad, prevención o sanitarias se encuentran con que el llamado era de contenido falso”
Planteó que“estas circunstancias, que pueden ser ocasionadas por el accionar irresponsable e impensada de una broma o con premeditada intencionalidad dolosa, pueden significar la verdadera causa de una desgracia que podría haberse evitado si los servicios públicos no se hubieran movilizado para responder un llamado falso”
En este sentido, cita como ejemplo que“la Asociación de Bomberos Voluntarios de Tinogasta, en la actualidad cuenta con una ínfima cantidad de personal y con tan solo un móvil adecuado a tal fin para atender los requerimientos que puedan sucederse”, por lo que advierte que“si una llamada falsa significa el traslado de los integrantes del cuerpo y de la camioneta, y en ese trayecto se produce un siniestro puede resultar imposible socorrer y colaborar en el mismo”
“Igualmente ocurre con el servicio de seguridad u hospitalaria, que pueden verse disminuídas en su capacidad operativa por tener que responder una llamada que denuncie un incidente inexistente”, agregó.
Indicó que en este cuadro de situación“no podemos obviar que las escuelas también quedan expuestas a este tipo de accionar y los efectos riesgosos del mismo, ya que el solo anuncio de la posible existencia de algún artefacto explosivo o el desarrollo de un siniestro, puede significar una estampida masiva de educandos y educadores que, tal vez, no están preparados para un plan de contingencia”
Argumenta que la instalación del servicio de identificación de llamadas en modo alguno modificará la estructura mental de los irresponsables que, careciendo de discernimiento, atentan contra la seguridad pública, pero al menos servirá para condicionar la actitud de estas personas, y a las instituciones para detectar desde dónde se realizan las llamadas anónimas y perjudiciales”
