Allí, sostuvo que la regulación se asienta en "principios que aplican al sentido común" y consideró que se trata del "inicio de un camino muy importante para resolver de manera justa los problemas de deuda soberana que no estaban regulados a nivel del derecho internacional".
"La resolución aprobada le da a los Estados y a los acreedores de buena fe obligaciones y derechos que hacen que la vida sea un poco más simple y que los países puedan reestructurar su deuda sin poner en riego la seguridad política, ni la social, ni el derecho al desarrollo económico", postuló Timerman.
En ese contexto, afirmó que era "necesario" que se estableciera una regulación internacional "para evitar los desastres" que se ven actualmente, "sobre todo en los países menos desarrollados, donde o pagan la deuda o comen, y muchas veces son obligados por jueces inescrupulosos como (Thomas) Griesa a pagar y no comer".
"Ahora las sociedades van a tener un resguardo", argumentó Timerman en relación a la resolución aprobada el jueves por las Naciones Unidas, a partir de una iniciativa impulsada por hace más de un año por Argentina.
Fuente: Télam