Acompañado por su esposa Gloria Rodríguez; el subsecretario de Seguridad, Juan Pablo Morales; el jefe de Policía, Juan Palomeque y el asesor del ministerio, Nicolás Verón, el funcionario interpretó que los intentos por vincularlo a un hecho delictivo tienen un claro trasfondo político.
En una ampliación de la indagatoria, Pablo Tello, único detenido en una causa por tráfico de estupefacientes, cambió de abogado y ofreció una nueva declaración, en la que acusó al funcionario.
Gordillo, además de desmentir completamente la versión de Tello (en la declaración se sitúa un episodio en un local de la familia Gordillo que al momento de los hechos ni siquiera se había inaugurado), opinó que “es sorprendente que el detenido Tello en su primera indagatoria no se haya acordado de que yo estaba involucrado y ahora en su ampliación sí se acuerda”.
Atribuyó esta actitud a un premeditado ataque personal, ataque de “una clara connotación política hacia mi persona por el solo hecho de ser el ministro de Gobierno”.
“Nos llama la atención que el detenido haga esta acusación directa después de haber cambiado su abogado defensor”, lo cual “nos hace entender que la política para algunos es la concesión de ayudar a las personas y beneficiar a los que menos tienen, y para otros es la concesión de destruir”, agregó.
Advirtió sin embargo que “si se quiere destruir quiero decir que estamos muy sólidos en el núcleo familiar” y en respuesta directa a Tello anticipó que “ahora tendrá que probar lo que dice” porque “esto quedará en manos de la Justicia”.
Gordillo se acerco ayer a la Fiscalía Federal para ratificar que se encuentra a disposición de los investigadores
