El diputado nacional Simón Hernández presentó en la Cámara Baja nacional un proyecto de Ley para que se difunda el pensamiento de Fray Mamerto Esquiú, al conmemorarse el próximo 9 de julio el 150 aniversario del sermón que practicara el Fraile en ocasión de la jura de la Constitución Nacional en 1853.
La iniciativa dispone concretamente que se incluya la leyenda "...sin leyes no hay Patria..." en todos los documentos que expidan los poderes públicos nacionales durante el año 2003 y que se impriman 250.000 ejemplares de los llamados "Sermones Patrióticos" para su distribución en escuelas y bibliotecas públicas.
Como fundamentos, el autor sostiene que "al franciscano Mamerto Esquiú debemos los argentinos el más bello alegato a favor de la supremacía de la ley como instrumento de pacificación nacional" y menciona que "en ocasión de la jura de la Constitución en 1853, en cumplimiento de su misión apostólica, este joven fraile llamó a la feligresía catamarqueña a subordinarse a la Carta Magna recientemente sancionada, reclamando sumisión universal, abarcativa de todas y cada una de las cláusulas con palabras aún vigentes "...obedeced, señores, sin sumisión no hay ley, sin leyes no hay patria, no hay verdadera libertad; existen solo pasiones, desorden, anarquía, disolución y males de que Dios libre eternamente a la República Argentina...".
Hernández afirma que la prédica de Esquiú, "concebida en circunstancia históricas diferentes pero no menos dramáticas, tiene en la actualidad una enorme vigencia como valor de enlace entre el apego a las normas y el goce de los derechos que la nacionalidad supone", y agrega que "en la medida en que no se forme conciencia general de que el acatamiento de las leyes -comenzando por la propia Constitución- debe ser el ancla pesadísima e inconmovible sobre la que se asienta la nacionalidad y el goce de los derechos y el cumplimiento de las obligaciones que ello supone, la Argentina como proyecto de construcción colectiva, será una empresa todavía pendiente".
En consecuencia, el legislador considera que debe rescatarse y difundirse el pensamiento de Esquiú, porque "constituye una contribución importantísima al cambio de nuestra cultura cívica, por el contraste entre los valores que representa y la lógica del ´sálvese quien pueda´ y el ´vale todo´ predominantes".