Sostuvo que Nisman "tenía estrechas vinculaciones con sectores tercerizados de la CIA en Argentina", y aseguró que el auto Audi que utilizaba el fiscal fallecido "pertenece a una empresa cuyo titular es el Jefe de Seguridad del Grupo Exxel, Eduardo Ecke; quien además es el hombre de Frank Holder, titular del grupo privado con el que opera la agencia norteamericana en nuestro país".
Saín dijo que Nisman "nunca ha avanzado más que aquello que le dictaron sus patrones, que han sido miembros de la SI y la CIA", y relacionó los últimos hechos relacionados a la causa con la "crisis en el sistema de inteligencia que se desató cuando desde el Poder Ejecutivo se inició un proceso de depuración del grupo que se había autonomizado del propio gobierno, con la figura de 'Jaime' Stiuso a la cabeza".
"Esta debería ser una oportunidad inmejorable para generar una reforma en el sistema de inteligencia integralmente", ya que funciona "desde la época dictatorial y la democracia no tocó", sostuvo Saín.
En relación a la denuncia que hizo Nisman contra la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y otros funcionarios nacionales, sostuvo que "es una fábula y no hay delito", pero aunque "está agarrada de los pelos sirvió como mecanismo para generar una crisis institucional".
"Confío en el esclarecimiento del hecho, aunque veo con un poquito de zozobra a la jueza Fabiana Palmaghini y a la fiscal Viviana Fein: me parece que les está quedando grande el problema", sostuvo.
Saín consideró, finalmente, que -a su juicio- "pondría mucho el ojo en quién dejó el arma", en relación a Diego Lagomarsino, el empleado de la fiscalía que vio por última vez a Nisman, y recordó que le "suena que es de Inteligencia este muchacho. Me parece haberlo conocido hace algunos años en la policía aeroportuaria, quizás me confundo pero se quiso vender como informante".
Fuente: Télam
