Recorriendo el Hospital San J. Bautista, se pudo ver que el acatamiento a la medida de quite de colaboración dispuesta para hoy, se sostuvo con gran rigor, tal vez con mas fuerza que ayer
Desde la mañana temprano, comenzaron a circular entre los empleados las solicitadas exigiendo la exención del conflicto al gremio de ATSA, y los distintos referentes activistas recibieron algunos reclamos y quejas de ese gremio. La vejez del conflicto endureció la protesta y pese al encuentro de ayer entre los trabajadores y el Ministro, los primeros no depusieron la medida, signo de la determinación de este sector por llegar solamente hasta los objetivos: aumento salarial, pase a planta de empelados ad honorem, mejoramiento de las condiciones de trabajo, etc
Por su parte el Ministro Aguirre, sigue pensando que el plazo que tiene para acercar un bosquejo de lo que puede ser la solución al problema, será de treinta días, mientras que los trabajadores aplazaron hasta el lunes 5 de enero el compás y caso contrario a lo que se espera, la medida seguirá con mayor fuerza, según lo dijo José Traverso, uno de los empleados que encabestran la lucha.
De otro lado, el gremio que ni siquiera puede ser nombrado en los pasillos del Hospital está siendo duramente cuestionado por los mismos afiliados, que en casos, no pueden cobrarle a su Secretario la suma de $10. Además, algunos referentes naturales de este conflicto, recibieron algunas llamadas estrictamente reservadas de algunos empleados de un centro privado de salud, ubicado en el microcentro de esta ciudad, denunciando la afiliación compulsiva de trabajadores al sindicato de ATSA, bajo total presión de perder sus puestos.
Supuestamente, el gremio sufrió una importante baja de afiliados en los últimos meses, fácilmente atribuible a la agudización del conflicto Salud, en el que no tuvieron ninguna participación pese a los esfuerzos de dos ministros del área, en distintas gestiones. Evidentemente algunas cosas han cambiado en el plano político local, y es notable la determinación de los trabajadores, que ya no cede espacio en las pugnas sociales y toma el toro por las astas, dejando a tras una clase dirigente sindical casi postrada en sus sillones.
Para el lunes 5 de enero, la protesta promete ser mucho más rígida si el ministro Aguirre no llega al hall del Hospital, como lo hizo ayer, pero con el pliego de propuestas bajo el brazo.
