Perea, mientras tanto, dijo que desvió más de 30 millones de pesos de las ganancias mineras al pago de sueldos. Un verdadero crimen teniendo en cuenta que con ese dinero se podrían haber hechos emprendimientos productivos a favor del futuro del departamento.
Claro que después de Ríos y Perea, tendrían que desfilar varios malversadores, entre ellos el propio ex gobernador Brizuela del Moral.