La marina mercante, que entonces contaba con navíos por untotal de 250.000 toneladas, no podía asegurar su transporte.
No había vagones ni camiones; los puertos tenían los guinches destruídos; no existían mangas de carga; los barcos hundidos impedían el acceso o las maniobras en los diques; los canales subsistían sin dragado; los elevadores no permitían la carga encamiones y la draga más joven tenía 80 años.