A poco de asumir el senador antofagasteño realizó un diagnóstico sobre las familias oriundas de su departamento que viven en la ciudad del cual surgió la necesidad de asistencia a las mismas en virtud de que la mayoría presentan necesidades básicas insatisfechas. En marzo del 2003, luego de presentado el proyecto, el Posoco firmó un convenio con el consorcio La Nueva Esperanza