En el citado documento, se solidarizan con el pueblo de Japón como asimismo se aludió a las pérdidas ocasionadas en el sur argentino como consecuencia de la erupción del volcán chileno de Puyehue y a la situación política y social de los países de África del Norte y de Medio Oriente.
Asimismo, se calificaron como “males crónicos” a los inconvenientes que “atentan contra la integración” entre los que se identificaron a los siguientes: falta de infraestructura; horario limitado de tránsito, escaso personal aduanero, sanitario y de seguridad apropiados para un adecuado, eficiente y rápido control en las áreas limítrofes. Se sostiene que resulta “necesario una clara voluntad política del bloque para priorizar medidas correctivas para garantizar el tránsito intra Mercosur”.
En el mismo sentido, ratifican la necesidad de “continuar profundizando la construcción institucional del Mercosur como la expresión más avanzada del proceso de integración regional y de seguir impulsando una mayor efectividad del espacio institucional de lo subnacional, promoviendo el acceso a la información técnica que contribuya a incrementar la participación de los gobiernos locales y regionales en el Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur, FOCEM”.
Reclaman el reconocimiento “al protagonismo de los gobiernos subnacionales como la estructura del Estado más próxima al ciudadano, con capacidad para vincular lo local con lo regional y el vínculo con el territorio a través de una comunicación y capacidad de propuesta y respuesta con la participación” ciudadana.
Finalmente, se procedió al traspaso de la Presidencia Pro Témpore del Mercosur, hasta hoy responsabilidad del Paraguay, a la República Oriental del Uruguay.
