Pasadas las 7, la producción radial de Viale llamó al quilmeño para preguntarle cómo pasa estos días de insistencia mediática ante lo que definen desde las tapas de los diarios como la pérdida de poder e inminente salida del Ejecutivo nacional.
Sin embargo, Fernández no sabía que estaba al aire. Creía que el saludo inicial y la pregunta confidencial del conductor de “Ahí, donde está el silencio” (en las mañanas de radio Rivadavia), eran privadas.
Pero, no. No fue así, y ante la pregunta de “¿Cómo estás en lo personal?”, Aníbal contestó: “Quedate tranquilo. Los cagó a puteadas a todos estos hijos de puta todos los días y vos querés que no me tiren...”.
Pero esto no fue todo. Ante la incomodidad que se percibía de Viale, Fernández continúo: “Me van a tirar todo lo que puedan y me chupan los dos huevos ”. Sincero, el funcionario mantenía la creencia equivocada.
“Estamos al aire. Cuidado que estamos al aire. Pero no importa, no importa. Pensé que sabías que estábamos al aire. Pero no importa. Es una expresión tuya, metafórica”, trató de componer al instante el conductor desencajado.
“Bueno. Pero no sabía que estaba al aire. Te pido que me lo digas, por favor”, retrucó en seguida Aníbal y redefinió: “Me importa un comino. Digo las cosas que siento y como las siento y no me voy a callar la boca nunca”, clarito, ¿no?
Dos horas después del desliz, Fernández eligió el programa radial de Víctor Hugo Morales, por radio Continental, para confesar que es un “mal hablado” y que creyó dialogar “en off”, con Viale.
“¿En general es mal hablado usted, ministro?", preguntó Víctor Hugo, "mal hablado es poco", sostuvo, y aseguró que desde la producción de Mauro lo “pasaron directamente al aire” y pensó que hablaba “en off". (Minuto Uno)
