Este ex policía, según reveló a EL LIBERAL el letrado que representa a la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, trabajaba en un destacamento policial y fue quien recibió la información de vecinos, sobre dos casos paralelos, de enterramientos clandestinos.
Ambos hechos se ubican entre los años 75 y 76 y para Santucho están vinculados con delitos de lesa humanidad, por el modus operandi.
El abogado rescató que recibió mayores precisiones que servirán para radicar la denuncia correspondiente en la Fiscalía General ante el Tribunal Oral Federal local que subroga Gustavo Gimena. Santucho comentó que ya mantuvo conversaciones con el funcionario judicial a los fines de realizar los pasos que preserven los lugares de los hechos, que están ubicados en el mismo departamento.
También indicó que el ex policía aseguró que atestiguará ante el fiscal Gimena y que se ofreció a guiar a los investigadores hasta los dos sitios donde se encuentran las tumbas.
Recordó que uno de los episodios, se trata de una persona que fue llevada hasta un lugar montuoso por un grupo de desconocidos y que allí fue ultimada a disparos y enterrada (ver nota aparte).
El letrado apuntó que este sitio es venerado por los habitantes de la zona, quienes prenden velas e invocan la protección del alma de esta persona.
En tanto, el restante caso tendría que ver con un operativo en el que personal de civil arribó en varios vehículos al cementerio comunal y procedió a excavar tumbas y depositar varios cuerpos de quienes serían víctimas del accionar represivo que tuvo lugar en la provincia durante los años setenta.
Como se recordará, el Dr. Santucho junto con el presidente del Instituto Espacio de la Memoria y sobreviviente del terrorismo de Estado, Luis Garay, habían aportado a la Justicia Federal el dato de la existencia de una tumba NN en el paraje El Vinalito, en el departamento Copo, y que se trataría de una presunta víctima de los grupos de tareas.
Precisamente en las tareas del Equipo Argentino de Antropología Forense (Eaaf) de exhumación de tumbas de sitios señalados como enterramientos clandestinos -durante el año pasado-, el único caso que levantó sospechas fue el de “El finado Díaz” como llamaban los lugareños al desconocido que hallaron muerto en el monte de El Vinalito, en el año 76.
Estos restos fueron trasladados hacia la ciudad de Rosario, Santa Fe, donde los peritos del Eaaf buscan determinar la identidad del NN con el banco genético de familiares de víctimas de desaparecidos, así como también dilucidar las causas del fallecimiento de esta persona que se trata de un hombre joven, según adelantaron los científicos.
Fuente: elliberal.com.ar