Solo una desgracia del destino parecía que lo llevaría alguna vez ante un tribunal, y fue precisamente eso, un trágico hecho provocado por su deleznable conducta, lo que lo llevó a enfrentar quizá el cargo mas grave de su vida.
A pesar de que siempre se lo vinculó con un sinnúmero de actividades ilícitas, entre ellas el tráfico de drogas, a Figuero nunca se le pudo probar nada, quizá por mérito propio o por errores de la Justicia, pero uno nunca se hubiera imaginado que el “intocable” terminaría de esta manera.
Por ello causó cierto temor el hecho de que el juicio se suspendió dos veces esta semana, porque dio lugar a varias especulaciones sobre estas postergaciones, y porque recordó las veces que algún juez de instrucción estuvo bajo custodia por amenazas, mientras investigaba a Figueroa.
Pero las dudas se disiparon ayer al reanudarse las audiencias del proceso, en el que se juega la libertad de una persona que quitó la vida de una chica que recién empezaba a vivir.
¿Cuál será el desenlace de esta historia?, ¿qué destino le espera a uno de los personajes mas nombrados en Catamarca en los últimos años?
La defensa sabe que mucho no puede pelear en contra de las pruebas que lo comprometen en la muerte de Tamara Ocampo, pero buscará por todos los medios, dar vuelta una calificación que lo puede llevar a la cárcel, entre 8 y 25 años, gracias a la acusación de homicidio simple con dolo eventual que le impuso el fiscal Juan Pablo Morales.
Los abogados saben que Figueroa no puede eludir la responsabilidad por la muerte de la nena, pero al menos intentarán que el hecho quede caratulado como homicidio culposo, cuya pena máxima es de 5 años de prisión.
A sabiendas de que el tribunal que lo juzga ya tiene precedentes de casos similares, en los que conductores imputados de homicidio simple terminaron condenados por culposo, los defensores dirigirán sus esfuerzos a pelear en contra de los otros dos hechos que se le achacan: las lesiones culposas por haber atropellado a un ciclista, y lesiones y atentado a la autoridad, por haber agredido a un policía. Prueba de ello, es que ayer pidieron que ambos hechos sean declarados prescriptos.
En suma, Figueroa no podrá zafar esta vez de la Justicia, pero también es cierto que la Justicia deberá afilar el lápiz y encontrar la forma de castigar, con severidad, a un sujeto que siempre estuvo a su margen, y que encontró la manera de vulnerarla.
La memoria de Tamara Liz Ocampo así lo pide. Que se haga Justicia.
