En calle Dermidio Narváez, el suboficial interceptó a dos jóvenes que se conducían en actitud sospechosa en una motocicleta sin luces, y mientras verificaba la documentación del rodado, fue atacado a pedradas por desconocidos, que arrojaban los proyectiles desde la oscuridad de un descampado.
Una de las piedras dio en la frente de Tula y lo tiró al suelo.
Los jóvenes de la moto aprovecharon para darse a la fuga, mientras el efectivo perdía sangre de la frente.
Su compañero lo trasladó hasta el mini hospital de Villa Dolores donde fue asistido.