Ayer, en su casa de Ampimpa, donde vivÍa desde el año pasado, su ropa estaba desordenada; la mesa aún estaba servida desde su última merienda; y la computadora destruida. A donde sea que uno miraba, ello solo servía para acrecentar las dudas y el misterio sobre su desaparición. Esto lo pudo comprobar ELLIBERAL, único medio santiagueño que participó desde el inicio mismo en la búsqueda del ex concejal.
Su hermana Marina y su sobrino Fernando, quienes viajaron desde Buenos Aires hasta los valles calchaquíes, no descartaban ninguna hipótesis sobre su inesperada ausencia. Sólo estAban convencidos de que Martín no se fue de su casa a sacar fotografías.
“Sus tres cámaras están acá, no se llevó su linterna ni nada de que habitualmente suele cargar con él”, explicó ayer su hermana. Es que Martín acostumbraba a ascender la montaña y sacar fotos de paisajes. Además, en su casa, Martín dejó su campera y todos los pares de zapatillas. “A menos que haya salido descalzo y desabrigado, en esta época del año; no hay forma de que él haya salido de acá a hacer algo”, explicó.
Uno de los temas que más asombró a su familia es que el disco rígido de la computadora está destruido. Fue arrancado de la computadora y luego golpeado con un yunque. Martín, según cuentan sus parientes, era muy meticuloso y difícilmente haya destruido su única computadora.
Ahora tras haber encontrado el cuerpo del ex concejal, a la policía le queda por delante la investigación para saber exactamente cómo se produjo el deceso del santiagueño.
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