Con una nutrida presencia de funcionarios públicos, la ministra de Seguridad, Nilda Garré, encabezó la asunción de la nueva cúpula de la Policía Federal.
Enrique Capdevila, que se desempeñaba como jefe de la Dirección General de Orden Urbano, tomó el mando de la fuerza.
El flamante funcionario anunció que reforzará la presencia policial en las calles, implementará más servicios de vigilancia y ordenará más patrullajes para brindar seguridad a la ciudadanía e instó a trabajar "mancomunadamente" y "en conjunto" con las policías Metropolitana y Bonaerense.
Además, Alejandro Di Nizo, un comisario mayor con no más de un año en ese escalafón y que realizó casi toda su carrera en el Departamento Interpol, asumió como subjefe de la Policía Federal.
Los cambios fueron promovidos por la flamante ministra de Seguridad. Con el pase a retiro de los 11 comisarios generales que integraban la cúpula de la Policía Federal, comenzó anoche la reforma de la fuerza de seguridad encarada por la nueva funcionaria a cargo de la cartera.
Después de seis años y medio, el comisario general Néstor Vallecca dejó de ser el jefe de la Policía Federal. En su lugar, Garré designó al comisario mayor Capdevila, de 56 años.
Garré resaltó la carrera de Capdevilla dentro de la fuerza: "Tiene mucha experiencia profesional, que está probada en el ejercicio de sus tareas, como gente competente, siempre con profesionalidad", afirmó.
Y destacó: "Tenemos antecedentes de su honestidad personal y su compromiso con la institución y con la sociedad".
En tanto, Capdevilla afirmó que los lineamientos principales de su gestión serán "la honestidad y la responsabilidad" ante la sociedad. "Todavía estoy sorprendido con mi designación", admitió el flamante jefe de la Policía Federal.
"Vamos a seguir con nuestra vocación de servicio, el trabajo en la calle y vamos a darle al ciudadano, en nuestro caso, el estatus de seguridad que se merece. Vamos a hacer lo imposible por trabajar y que el vecino vea nuestro trabajo", sostuvo.
"La ciudadanía va a sentir reforzado todo el servicio de vigilancia, desde el agente que está destinado en la calle hasta las brigadas de investigaciones; es todo un espectro muy importante por el que vamos a luchar para garantizarle seguridad a la gente", dijo Capdevila.
"Vamos a implementar más servicios, mayores patrullajes y vamos a hacer alguna ingeniería en personal a los efectos de poder volcar más gente a la calle, y después el trabajo se encargará de darnos la razón o no", anunció el flamante comisario general.
Respeto a la relación con las policías Metropolitana y de la provincia de Buenos Aires, Capdevila consideró que "se puede trabajar mancomunadamente con esas fuerzas para generar mayor seguridad".
"Sin dudas que tenemos que trabajar en conjunto para lograr el éxito final", insistió.
La decisión de Garré constituyó un cambio de dirección fuerte en cuanto a los intérpretes que deberán aplicar la política de seguridad del Gobierno.
La ceremonia se desarrolló en el Patio de las Palmeras del Departamento Central de la Policía Federal, en esta capital, con la presencia de autoridades y de los jefes salientes, Vallecca y Jorge Oriolo.
