Un tendido de ropas multicolor luego de franquear un humilde alambrado recibe a EL LIBERAL y del interior de la estancia, al golpeteo de manos, aparece una mujer de mediana edad, que con sus ojos llorosos denuncia el drama que oprime su corazón y al que no encuentra explicación. “Nadie ha sabido darme una explicación sobre la muerte de mi hija”, afirma.
Se llama Martha Moreno y es la madre de la niña de 12 años que fuera la desgraciada protagonista de un drama inédito en el contexto de Tres Mojones, una pequeña comunidad ubicada a pocos kilómetros del límite con la provincia del Chaco y a 75 al este de esta ciudad.
La crónica conocida oportunamente refiere que allí, en una humilde casa de tipo rancho con dos piezas que hacían de dormitorios y una tercera que era cocina comedor, con amplio patio y baño letrina, como se estila en la zona rural, vivía Oviedo Comán, de 76 años, de profesión jornalero.
El hombre a su vez cobijaba en su hogar desde hacía unos pocos meses a su nieta, quien tiene como pareja a Pablo, padre de tres chicos de su primer matrimonio: Guadalupe Soledad Cardozo, de rozagantes 12 años, una mayor de 14 y un varoncito de 10; y a su vez, con su nueva pareja, el hombre tiene dos niños de 1 y 4 años.
Comán, por causas que aún se desconocen, el lunes a la mañana, disparó con su escopeta a la niña de 12 años y luego se suicidó, oportunidad en que los mayores no se encontraban en la vivienda.
Marta Moreno se había separado de Pablo Cardozo y comenzó a vivir en Quimilí una nueva relación sentimental con otro hombre con el que tiene otros hijos. Los chicos que tuvo con su primera pareja, quedaron a vivir con el padre.
A la hora de la tragedia, según le contó Martha Moreno a EL LIBERAL, la mayor de las chicas -de 14 años- no se encontraba en la casa porque desde hacía unos días su
padre la habría conminado a que fuera a casa de unos tíos aparentemente “porque se portaba mal”, según dichos de terceros.
En ese contexto familiar se desarrolló el drama que aún luego de transcurridos los días, adquiere la denominación de misterio porque no se encuentra una razón lógica a lo sucedido.
{adr}A pocos metros, menos de cien, de la casa del drama, se levanta la escuela de la localidad que el pasado lunes 11 desarrollaba sus tareas cotidianas de manera normal.
Según los datos, alrededor de las nueve de la mañana, el maestro escuchó dos sonoros estampidos con un pequeño intervalo entre uno y otro que provenían de la casa de Comán y al mismo tiempo los gritos de los niños de la casa.
Al concurrir en forma apresurada, el docente advirtió el horror: a pocos metros de la puerta de ingreso a la vivienda yacía el cadáver de Comán, a su lado la vieja escopeta calibre 16 de su propiedad que hacía unos pocos momentos habría traído de la casa de un hijo y en el interior de la vivienda el cuerpo de Guadalupe Soledad, ambos cuerpos con certeros disparos en la parte superior del cuerpo.
Fuente/ elliberal.com.ar