(DIARIOC, 09/03/2009) El ilícito se registró el 10 de julio del año 2.007 y pudo ser desbaratado porque la empleada, Carina Soledad Barros, le dijo a Salas Bulacios que había cámaras de seguridad que lo estaban filmando. El delincuente salió del comercio sin llevarse dinero pero fue reducido por el novio de Barros que llegaba al lugar en ese momento.
De inmediato llegó la policía y lo detuvo con un revólver calibre 22 largo en su poder. Durante la última audiencia el fiscal Jorge Silva Molina pidió en su alegato una condena de 4 años de cárcel, aunque el juez Carlos Roselló le aplicó seis meses menos.