La chica se había retirado al baño, donde se encerró y aparentemente con una trincheta se cortó ambas muñecas.
Debido a que se demoraba en regresar a la clase, una compañera fue a buscarla, pero se negaba a salir del baño.
Entonces los docentes lograron persuadirla para que les abra la puerta, y en ese momento advirtieron la sangre en sus manos.
De inmediato llamaron a la policía y solicitaron una ambulancia, en la que fue derivada a esta Capital, hacia el hospital San Juan Bautista.
Aunque su vida no corría riesgo, los médicos prefirieron que quede hospitalizada para recibir atención psicológica, ya que según el testimonio de amigas y allegados, ya había intentado quitarse la vida en otras ocasiones.