El aberrante episodio se registró antes de las 18, en un colegio secundario de una localidad bandeña. Según informaron fuentes consultadas, la menor fue reducida por sus compañeros de curso -a quienes identificó en la policía- y éstos la llevaron hasta otro lugar del establecimiento educativo.
Una vez dentro del aula, los acusados comenzaron a empujarla, tocándole sus partes íntimas. En la habitación además de sus compañeros había un grupo de otros chicos, entre ellos el mejor amigo de su hermano, quien -según habría revelado la víctima- se reía al ver lo que sucedía.
En medio de una crisis de nervios, temiendo lo peor, la estudiante comenzó a gritar para que la dejaran salir, pero sus “captores” hacían caso omiso a sus ruegos. Unos la tenían de los brazos, otros de las piernas, mientras el resto la manoseaba.
Resistencia
Gracias a la resistencia de la joven y el sonido del timbre, el abuso se interrumpió. Los adolescentes advirtieron que podían ser descubiertos, salieron corriendo dejándola a la víctima en el suelo y llorando.
Sin decir nada, la menor salió del aula, buscó sus cosas y se retiró a su domicilio. Cuando llegó le contó a su madre la odisea que había vivido, por lo que ésta la llevó de inmediato al Hospital Antenor Álvarez para ser examinada por un médico.
La menor arribó a la guardia del centro asistencial en medio de una crisis de nervios por lo que debió ser sedada por los profesionales de la salud. Éstos, junto con el médico de Sanidad Policial constató que la joven presentaba traumatismos físicos, en brazos y piernas, producto de los forcejeos. Una vez que fue dada de alta, la menor fue trasladada por su madre hacia la Comisaría Nº 2 del Menor y la Mujer donde radicó la correspondiente denuncia. La Justicia bandeña interviene en el caso.
Fuente: elliberal.com.ar
