Como nunca antes, la mandataria se refirió hoy a la política de seguridad del kirchnerismo e indicó que el delito “es una demanda que nunca va a poder estar satisfecha porque siempre aparecen problemas nuevos”.
Y admitió: "Hubo fácil entre 30 y 45 días en que uno tenía temor de hasta pasar por la esquina de un banco y logramos (salir de eso) a partir de aunar esfuerzos. Lo que hay que hacer es trabajar, no quejarse, porque para eso la gente nos votó. Si no hubiera problemas, me aburriría mucho. Vivimos en una sociedad compleja".
Cristina Kirchner detalló también que la "delincuencia evoluciona cada vez más" y ése es el escenario que deberá "enfrentar siempre".
Antes de ingresar en el núcleo del anuncio para la Ciudad de Buenos Aires, la mandataria señaló que se abrió la licitación para construir un nuevo penal de 213 hectáreas en Mercedes, a donde se trasladarán a las personas que hoy en día se encuentran en la cárcel de Villa Devoto, que será derrumbada.
La mandataria dijo que no le da alegría "tener cárceles", pero admitió: "Son necesarias". "No lo planteamos como una alegría, pero tenemos que hacerlo porque hay que dar seguridad".
"Y la gente que comete un delito debe ir a la cárcel para su rehabilitación, no como un castigo, por que eso es nada más y nada menos lo que dice la Constitución Nacional", explicó.
La jefa de Estado también adelantó que se trasladará al Hospital Borda y al Hospital Moyano "provisoriamente" a Ezeiza, en donde se construirán nuevos complejos de acuerdo a la nueva ley de salud mental.
En lo que pareció ser un mensaje para el gobierno de la Ciudad, con el que la Casa Rosada ha tenido fuertes roces por las cuestiones de seguridad, dijo que en la región metropolitana es fundamental la “articulación” entre los gobiernos y especificó que esto se puede lograr aun con gestiones de diferentes colores políticos.
Por caso, ejemplificó con el partido de Vicente López, comandado por un intendente radical, que ha tenido buena relación con la administración nacional. (Infobae)
