El ciudadano común se ha visto en estos últimos años sobrepasado por la inseguridad, a tal punto de que cuando es víctima de un robo no realiza la denuncia correspondiente, los motivos de este accionar son infinitos y conciernen no solo a las fuerzas de seguridad.
Cuantas personas conocemos en nuestro entorno que fueron víctimas de robos, y cuantas fueron las que efectivamente realizaron las denuncias. En general aunque en nuestra provincia no existen estadísticas al respecto podemos decir que una importante cantidad de hurtos no son denunciados, maxime cuando la víctima ha sufrido repetidamente un ilícito.
Entre los motivos de las "no denuncias" está la escasa respuesta de la policía o la baja resolución de casos, en ocasiones por la cantidad de ilicitos que se registran, pero también por la falta de medios con los que cuenta el personal de seguridad.
Lo cierto es que el alto indice de inseguridad es en proporciones parecidas responsabilidad de la sociedad en su conjunto. La víctima inexorablemente debería realizar la denuncia y además reclamar a viva voz un mejoramiento del sistema no solo a nivel policial sino gubernamental, al igual que las fuerzas de seguridad, con derecho a exigir las herramientas para poder cumplir con sus obligaciones. Dentro de esto está el ciudadano común que compra bienes robados, completando el círculo de oferta y demanda. Respecto del delincuente que se podría agregar? Hay quienes justifican algunas de estas acciones amparándolos en la dura situación que vive no solo la provincia sino también el país, y aunque la inseguridad registre índices más elevados en la actualidad, no se puede esperar un mejoramiento económico para que la delincuencia disminuya, la solución es otra y hay que encontrarla para contener no solo a los delincuentes sino también ofrecer un mejor estandar de vida a la sociedad, asegurándoles el derecho a la libertad.