"El control estatal de YPF sirve para sostener el crecimiento económico, con autofinanciamiento, sin recurrir a los mercados externos", dijo Feletti durante una exposición en el Colegio de Profesionales de Ciencias Económicas (CPCE).
Para Feletti, con la expropiación de YPF, "el gobierno volvió a reconducir la política energética para achicar la brecha de desbalance de divisas, sin devaluar abruptamente, y sin recurrir al financiamiento externo".
"La política energética fue capaz de dar respuesta a las necesidades del país, sin colapso, al sostener un crecimiento anual de más del 8% en los últimos nueve años", sostuvo Feletti.
El legislador del oficialismo participó esta tarde del 9º Congreso de Economía del CPCE, un evento que aprovechó para explicar los fundamentos de la política energética, basada en los subsidios a las tarifas, para alentar el crecimiento y la industrialización del país.
Indicó que durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner se consideró a la energía como "un vector de competitividad de la economía argentina clave para autonomizarnos y, en esta etapa, es clave iniciar una política de manejo directo de la principal empresa petrolera del país".
Feletti ponderó esta elección de la energía como elemento central de la política económica y la contrapuso al esquema elegido por "los países asiáticos, que eligieron al salario como vector de competitividad".
"Nosotros no queremos salarios asiáticos", afirmó
"El esquema elegido aquí no fue el salario, sino todo lo contrario", recalcó.
Feletti remarcó los logros obtenidos en materia energética en los últimos años, y justificó la necesidad de las "correcciones actuales", debido al impacto reciente en las cuentas externas, que se deterioraron fuertemente debido a la importación de energía.
"Sostener el crecimiento económico autofinanciado requiere modificar la política de hidrocarburos, que pasa por tener presencia plena estatal en el sector y reorientar ese proceso para ayudar a dar vuelta la brecha externa" que se generó en 2011.
Para Feletti, la política energética oficial tiene que ver con la "búsqueda de un escenario de competitividad sobre la base de esquemas que no tengan que ver con el tipo de cambio", del cual, "lentamente nos estamos independizando", consideró.
El ex viceministro de Economía explicó que el Estado invirtió casi 76.000 millones de pesos en energía, y logró aumentar en un 42% la potencia instalada, pasando de una provisión de potencia de cerca de 17.000 megawatts, a alrededor de 25.500 megawatts.
Este aumento de potencia logró atender "el incremento de 45% en energía eléctrica" y las subas de 41% en gas en hogares y 28% en gas en industrias.
Fuente: Télam